Soy Leyenda, Richard Matheson

Se trata de una de las obras más conocidas del autor estadounidense y la que más se ha llevado a la pantalla. Quizá porque los derechos estaban en manos de la Warner Brothers desde los setenta. De hecho se conoce muchísimo más las películas que la novela.

También es verdad que como suele suceder, las adaptaciones cinematográficas difieren bastante de la obra original. En 1964, Matheson participó como guionista de la primera (aunque con seudónimo ?) «El último hombre sobre la Tierra» con Vicent Price y que es la más parecida al relato. Las demás se alejan mucho del texto y la intención.

Enero 1976. Los Angeles. Robert Neville se encuentra, aparentemente solo en la Tierra. Todo el mundo ha muerto o se ha convertido en vampiro. Una plaga de origen desconocido, quizá una guerra bacterológica, que se ha trasmitido a través del viento ha acabado con la humanidad. Robert estaba casado y tenía una hija: las dos han muerto. Su vecino, con el que antes iba a trabajar a la fábrica (?¿) es un vampiro que lo incordia nada noche ¡Sal Neville!.

Robert utiliza el día para buscar material, alimentos y matar a los vampiros que encuentra, ya que de día están como dormidos. Por la noche se encierra y se atormenta con los recuerdos. Bebe, bebe demasiado.

Un día asombrado descubre un perro terriblemente asustado al que trata de atraer con comida. Durante varias semanas dedica todo su tiempo a estar pendiente para lograr atraerlo. Cuando por fin lo consigue el perro está herido y muere a los pocos días.

Finalmente encuentra a una mujer durante el día, Ruth. Ella huye pero logra llevarla a su casa. Robert tiene dudas ¿será vampira? pero soporta la luz del día y además está terriblemente necesitado de compañía. Después de hablarse y abrazarse, Ruth huye dejándole una carta, en la que le explica que hay una tercera especie: los vampiros que han mutado y ya soportan la luz del sol. Serán la nueva humanidad y Robert es la aberración que debe de ser suprimida.

Robert Neville es descrito como un hombre alto, de 36 años, de ascendencia inglesa y alemana, boca ancha y firme, ojos azules y brillantes. Fuma bastante. Bebe más. Lee algo y escucha mucha música clásica. Soporta mal el celibato y considera atrayentes las vampiras que rondan su casa ligeras de ropa.

Antes de la plaga Robert trabajaba en una fábrica, no sabemos ni de qué ni qué hacía. No es médico. En su aburrimiento de tres años de soledad, uno de sus entretenimientos ha sido ir a la biblioteca y sacar libros de medicina y estudiar muestras en un microscopio, con la esperanza de pensar en alguna cura.

Todo el mundo de los vampiros es presentado de la forma clásica: Drácula y Van Helsing; ajos, cruces, espejos y estacas. No hay ninguna modernidad.

El libro tiene un aire años cincuenta indudable. Está escrito de una manera poco cuidada que es muy difícil saber si corresponde al original o es la traducción (un problema irresoluble). La historia no se explica completamente, quedan bastantes partes oscuras. También resulta terriblemente molesto que a cada cuatro párrafos el protagonista esté bebiendo whisky.

(ver comparativa: libro y películas)